TOP 5 MOTO GRAN TURISMO

Las reinas Moto Gran Turismo (GT) son las bestias del mercado, son muy bonitas, con grandes motores, equipadas para viajar por carreteras y autopistas y son motos muy cómodas para conductor y pasajero.

MOTOS

Miguel A.

7/29/20256 min leer

Porque hay viajes que no se cuentan… se sienten, se viven y se recuerdan en cada fibra del cuerpo.

Hay momentos en los que viajar deja de ser un simple trayecto. Cuando el rugido del motor se funde con el viento, cuando los paisajes se deslizan como una película en cámara lenta, cuando tu única preocupación es el placer de rodar… entonces sabes que estás sobre una Gran Turismo.
Estas motos no se limitan a llevarte lejos. Lo hacen con estilo, con elegancia, con potencia domada. Son auténticas limusinas del asfalto, nacidas para devorar kilómetros sin esfuerzo, para cruzar países sin que lo notes, para convertir cada curva en una experiencia sensorial.

He rodado con ellas. Las he sentido. He bajado de cada una con el corazón acelerado y la mente en paz. Hoy, quiero contarte por qué estas cinco GT no solo son motos... son compañeras de vida.

Top 5 de motos Gran Turismo

Lujo, poder y libertad sobre dos ruedas
1. BMW K1600 GTL
El placer de volar… sobre tierra firme

Hay un momento en el que todo desaparece: el viento, el ruido, el cansancio. Solo queda el sonido profundo de un motor de seis cilindros en línea, empujando con elegancia por un puerto alpino mientras el sol cae detrás de las montañas. Eso fue lo que sentí la primera vez que llevé la K1600 GTL por la carretera de Grossglockner, en Austria. Fue como volar.

Con su bloque de 1649 cc y 160 CV, la entrega de potencia es tan suave que parece eléctrica. Pero no lo es. Es pura ingeniería alemana, con un par de 180 Nm que llega a tan solo 5.250 rpm. Una ola constante que empuja la moto con una linealidad deliciosa.

Los 350 kg se sienten ligeros gracias a su chasis perimetral, al sistema de suspensiones electrónicas Dynamic ESA, al control de crucero adaptativo opcional, y a una burbuja eléctrica que te aísla del mundo como si viajaras en primera clase.

Además, viene equipada con pantalla TFT de 10,25”, conectividad, navegador, sistema de sonido premium, marcha atrás eléctrica, asientos calefactables y maletas de apertura remota. Todo pensado para el viajero que quiere olvidarse de las complicaciones y simplemente… disfrutar.

La GTL no es solo una moto. Es un hogar rodante con alma de sinfonía.

2. Honda Gold Wing Tour DCT
Cuando la perfección no se grita… se siente

Recuerdo cruzar la frontera entre Francia e Italia al atardecer. Llevaba más de 500 km ese día, pero la fatiga era una palabra lejana. La Gold Wing seguía empujando con serenidad, el motor apenas murmurando, mientras el paisaje cambiaba lentamente a mi alrededor.
Y en ese momento, entendí: esto no es una moto, es una forma de vivir el viaje.

El mítico boxer de 6 cilindros y 1833 cc te envuelve en un ronroneo casi hipnótico. La potencia —126 CV, con un par generoso desde bajas revoluciones— llega de forma lineal y sin esfuerzo, gestionada por el sublime cambio DCT de 7 marchas. Puedes dejar que lo haga todo por ti o intervenir cuando lo necesites con las levas en el manillar.

Su suspensión delantera por doble brazo y trasera con Pro-Link son un alarde de confort y precisión. A eso se suman 4 modos de conducción, control de par, ABS en curva, marcha atrás eléctrica, y hasta un modo “walking” para mover la moto en garajes.

Asientos calefactables, sistema de sonido envolvente, pantalla ajustable eléctricamente, navegador integrado… y una capacidad de carga más que generosa.
La Gold Wing no quiere sorprenderte. Quiere cuidarte en cada kilómetro.

3. Yamaha FJR1300AS Ultimate Edition
La última samurái del turismo deportivo

Hay motos que te marcan. Que, aunque pasen los años, siguen grabadas en tus recuerdos. Así me pasa con la FJR1300AS. La llevé por la Ruta de los Alpes desde Ginebra a Múnich. Lluvia, sol, niebla… nada la inmutó. Seguía firme, elegante, con esa mirada de samurái tranquilo que lo ha visto todo.

Equipada con un motor tetra en línea de 1298 cc y 146 CV, la FJR es una roca mecánica. Fiable, sólida, adictiva. Su aceleración es constante, con una curva de par ancha y contundente. Lo que la diferencia es su cambio secuencial YCC-S sin maneta de embrague: pulsas la leva… y listo. No hay golpes, no hay vacíos. Solo precisión japonesa.

Cuenta con suspensiones electrónicas regulables, cúpula eléctrica, control de tracción, puños calefactables, control de crucero y un asiento cómodo incluso tras largas jornadas. Todo integrado en una estética sobria pero elegante.

La FJR no necesita modas ni pantallas gigantes. Lo suyo es llevarte lejos, rápido, sin dramas ni adornos. Es una GT con alma de guerrera silenciosa.

4. Kawasaki Ninja H2 SX SE
El rugido del futuro… en clave de turismo

La primera vez que me subí a la H2 SX SE sentí que estaba haciendo trampa. ¿Una Ninja para viajar? ¿Con compresor? ¿Y maletas? Pero bastó abrir gas en la salida de un túnel en Suiza para entenderlo todo: esto no es una touring tradicional… es una GT del mañana.

Su motor sobrealimentado de 998 cc y 200 CV no solo ofrece aceleraciones brutales: lo hace con una suavidad y eficiencia que parecen ciencia ficción. Pero no es solo potencia. Es inteligencia. El paquete electrónico de la H2 SX SE incluye radar frontal y trasero (control de crucero adaptativo y alerta de ángulo muerto), quickshifter, IMU de 6 ejes, ABS en curva, freno motor ajustable, control de tracción y suspensiones electrónicas Showa.

La posición de conducción es cómoda, con protección aerodinámica excelente, asiento mullido y maletas laterales integradas de gran capacidad.
Y pese a su alma deportiva, su comportamiento en largas rutas es simplemente adictivo.

Es la moto para los que quieren viajar a velocidades ilegales con la sensación de estar en un tren bala de lujo.

5. Indian Pursuit Limited Premium Package
Cuando el camino no se recorre… se saborea

Las grandes rutas americanas no se cruzan a toda velocidad. Se viven a otro ritmo, a otro compás. Así lo descubrí sobre la Indian Pursuit, viajando por la costa atlántica portuguesa, bajo un cielo naranja y con el rugido del V-Twin PowerPlus como banda sonora de fondo.

Este coloso de 1768 cc y 122 CV no necesita ir rápido para conquistar. Su par motor es brutal, disponible desde abajo, y su carácter es adictivo. La Pursuit ofrece una experiencia sensorial: cada vibración, cada giro del acelerador, cada curva se siente más intensa.

Pero también es tecnología. Suspensión trasera electrónica Fox, modo de conducción ajustable, pantalla táctil Ride Command de 7” con navegación y conectividad, altavoces premium, control de crucero, iluminación full LED, asiento calefactable, puños calefactables y hasta carenado ajustable eléctricamente.

Todo envuelto en un diseño que es puro arte sobre ruedas. Es la GT para quienes buscan algo más que eficiencia: buscan alma, buscan historia, buscan presencia.

¿Y tú? ¿Qué clase de viajero eres?

Hay quienes viajan con prisa. Otros, con destino. Pero tú… tú viajas con intención.
Si buscas tecnología sin concesiones: H2 SX.
Si quieres lujo europeo refinado: K1600 GTL.
Si valoras el confort absoluto: Gold Wing.
Si aún crees en el poder de la fiabilidad pura: FJR1300.
Y si te mueves por sensaciones y rugidos: Indian Pursuit.

Estas motos no son solo máquinas. Son compañeras de aventura.
Elige una… y prepárate para cruzar el continente con una sonrisa que no se te borrará jamás.