10 Lugares de Almería que debes visitar con tu moto
VIAJES
Descubre Almería en Moto: Un Viaje Inolvidable
Almería, una provincia repleta de contrastes y sorpresas, se presenta como un verdadero paraíso para los amantes de los viajes en moto. A través de sus paisajes variados y pueblos encantadores, cada destino ofrece una experiencia que combina la emoción de la carretera con la riqueza cultural y natural de la región.
1º Cabo de Gata
Cabo de Gata es un regalo para los amantes de las rutas en moto, donde la brisa marina y el aroma salado te reciben mientras te deslizas a lo largo de la costa mediterránea. La experiencia comienza al recorrer pueblos encantadores con su arquitectura blanca y calles empedradas, un testimonio de la historia y la autenticidad de la región.
La travesía te conduce hacia el imponente Torreón de San Miguel, un antiguo baluarte que se yergue majestuoso frente al mar. Este monumento histórico, testigo silencioso de siglos, te ofrece una vista única que abarca el horizonte marino y evoca la grandeza de tiempos pasados.
Las curvas sinuosas de la carretera te guían en ascenso hacia el Faro de Cabo de Gata, una aventura que regala panorámicas cambiantes a cada curva. El azul intenso del Mediterráneo se despliega a tus pies, mientras las curvas te llevan más alto hacia vistas que parecen sacadas de un lienzo, un paisaje que fusiona la intensidad del mar y la asombrosa aridez de la costa.
Una vez en la cima, el Faro de Cabo de Gata se erige como el custodio de estas tierras, ofreciéndote un panorama de asombro. Desde este punto culminante, la inmensidad del horizonte se despliega ante ti: el majestuoso paisaje rocoso que se sumerge en el océano, las olas que acarician la costa y el vasto cielo que se funde con el mar.
Este lugar no solo te cautiva por su belleza, sino también por su significado geológico. El cabo es un testimonio vivo de millones de años de formación rocosa, una sinfonía de estratos que cuenta la historia de un tiempo antiguo y que ofrece un paisaje marcado por su singularidad geológica.
Conducir en moto por los pueblos de Cabo de Gata, visitar el Torreón de San Miguel, ascender hacia el faro y contemplar las vistas desde este punto culminante es una experiencia que te sumerge en la majestuosidad de la naturaleza y la riqueza cultural de esta región costera, un viaje que deja una huella imborrable en cada recodo del camino.
La Isleta del Moro es un encantador pueblo pesquero situado en el corazón del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, a poca distancia de Cabo de Gata. La carretera que une estos dos lugares es una experiencia motera que combina paisajes costeros impresionantes con emocionantes curvas y vistas panorámicas.
Partiendo desde Cabo de Gata, la carretera serpentea a lo largo de la costa, ofreciendo vistas espectaculares del mar Mediterráneo en cada curva. El camino es sinuoso y estrecho en algunos tramos, lo que añade emoción a la travesía en moto. El aroma a sal y el sonido del mar acompañan cada kilómetro, creando una atmósfera única en este recorrido.
A medida que avanzas hacia La Isleta del Moro, la carretera te lleva a través de acantilados y calas encantadoras. Las vistas panorámicas son impresionantes, con el mar extendiéndose hasta donde alcanza la vista. Los motociclistas disfrutan especialmente de este tramo por la emoción de las curvas y la conexión cercana con el paisaje marino.
Al llegar a La Isleta del Moro, te recibe un pequeño y acogedor pueblo pesquero. Sus calles estrechas y sus casas blancas te invitan a explorar su encanto tradicional. Además, es un lugar ideal para detenerse, relajarse y disfrutar de la calma que ofrece este rincón costero.
La carretera que conecta Cabo de Gata con La Isleta del Moro es más que un simple trayecto: es una experiencia que fusiona la emoción de la conducción en moto con la belleza natural del entorno costero. Cada curva te regala una nueva perspectiva del mar Mediterráneo y deja una impresión duradera de la esencia salvaje y hermosa de la región de Cabo de Gata-Níjar.
2º La Isleta del moro


3º Torreón de la Mesa de Rodán
Partimos desde La Isleta del Moro, un pueblo pesquero pintoresco, dejando atrás el encanto marinero para adentrarnos en un viaje que nos revelará la diversidad de Cabo de Gata.
La ruta comienza con la brisa marina y la costa de Cabo de Gata a nuestro lado. Las curvas nos llevan a través de acantilados y calas encantadoras, con el resplandor del Mediterráneo a nuestra derecha. El paisaje costero nos acompaña, ofreciendo vistas espectaculares y una sensación de libertad en cada giro.
A medida que avanzamos, el paisaje cambia gradualmente. La carretera nos conduce hacia terrenos más áridos y desérticos, un contraste marcado con las playas y el mar. Aquí, el Desierto de Tabernas se revela ante nosotros, un paisaje desértico que parece sacado de una película del oeste, con sus colores terrosos y su aridez hipnotizante.
El recorrido continúa hacia las montañas, y nos encontramos ascendiendo por carreteras serpenteantes. El cambio es asombroso: pasamos de dunas y terrenos áridos a un entorno montañoso frente al mar. La Sierra de los Filabres nos recibe con su imponencia, ofreciendo vistas espectaculares que contrastan con la serenidad del mar Mediterráneo a lo lejos.
Finalmente, alcanzamos el Torreón de la Mesa de Roldán. Este antiguo enclave defensivo nos sorprende con su historia. El torreón fue construido en épocas pasadas como fortaleza defensiva debido a su posición estratégica. Desde aquí, las vistas panorámicas son increíbles: el paisaje montañoso se une con la costa, permitiéndonos vislumbrar el magnífico legado geológico de la región y entender su importancia histórica.
El Torreón de la Mesa de Roldán no solo nos ofrece una vista fascinante, sino que también nos conecta con el pasado de esta región, mostrándonos la grandeza de su historia y la belleza de su entorno. Es el punto culminante de un viaje que nos ha llevado a través de distintos paisajes, cada uno dejando una impresión única en nuestra travesía motera por Cabo de Gata.


Cruzar el Desierto de Tabernas en moto es embarcarse en un viaje que te transporta a un universo cinematográfico único. Las carreteras serpentean entre dunas y cañones, llevándote a través de paisajes desérticos imponentes.
Al adentrarte en este desierto, la sensación de viajar en el tiempo es palpable. Las mismas carreteras que una vez sirvieron como plató para legendarias películas del oeste ahora se convierten en el lienzo sobre el cual dibujamos nuestra propia aventura motera. La historia de este lugar cobra vida a medida que avanzamos, reviviendo la época dorada de las películas del lejano oeste.
El pueblo de Tabernas emerge en medio del desierto, un lugar que ha sido testigo de la gloria cinematográfica y que aún conserva ese aire de autenticidad y encanto propio. Sus calles empedradas y sus edificaciones rústicas cuentan historias de rodajes legendarios y memorables.
El circuito motero en Tabernas añade un toque moderno a esta experiencia. Un espacio diseñado para los amantes de las motos, ofrece la oportunidad de sentir la velocidad y la emoción en un entorno que contrasta con la tranquilidad del desierto. Es el lugar perfecto para los moteros que buscan adrenalina y acción en un escenario rodeado de historia y naturaleza.
Cruzar el Desierto de Tabernas en moto es sumergirse en un mundo donde la realidad se entrelaza con la ficción. Las carreteras que atraviesan este paisaje árido nos transportan a un pasado cinematográfico mientras nos deleitamos con la belleza de sus paisajes desérticos, reviviendo la emoción del oeste desde una perspectiva motera única.
4º Desierto de Tabernas
5º Níjar, uno de los pueblos más bonitos.
Es difícil decidir por dónde empezar: ¿con la inigualable belleza del encantador pueblo de Níjar o con las serpenteantes carreteras que se despliegan desde sus alrededores en dirección a Tabernas? Estas rutas, rodeadas de una magnífica combinación de pequeñas carreteras con numerosas curvas, nos llevan a través de varios pueblos pintorescos y lugares verdaderamente increíbles.
Al salir de Níjar, nos adentramos en carreteras que parecen sacadas de un cuento de aventuras. Cada curva nos regala una nueva vista panorámica, mientras pasamos por varios pueblos encantadores. Es un viaje donde cada parada se convierte en una experiencia única: desde el embalse de Isabel II, un remanso de paz rodeado por un entorno natural impresionante, hasta los hornos de cal de Lucainena de las Torres, testigos silenciosos de la historia local y de una tradición que perdura en el tiempo.
Este recorrido se convierte en un deleite para los sentidos: la variedad de paisajes y la riqueza cultural de los pueblos nos transportan a un mundo de maravillas. Es una aventura que se despliega a medida que recorremos estas carreteras serpenteantes, donde la emoción de las curvas se entrelaza con la maravilla de descubrir nuevos rincones cargados de historia y encanto.


6º Mojacar
Mojácar, un tesoro en la provincia de Almería, seduce a los viajeros con su encanto costero y su historia arraigada en cada calle empedrada. Para los amantes de las aventuras en moto, esta joya mediterránea ofrece una experiencia única que combina la emoción de la carretera con la belleza pintoresca de su arquitectura tradicional.
El recorrido en moto hacia Mojácar es más que una simple travesía; es un viaje panorámico que revela las espectaculares vistas del Mediterráneo a medida que te acercas a este encantador pueblo. Sus casas encaladas se alzan en lo alto de una colina, ofreciendo vistas impresionantes que invitan a explorar cada rincón de este lugar pintoresco.
Una vez dentro del pueblo, las estrechas calles empedradas del casco antiguo te invitan a adentrarte en su historia. Recorrerlas en moto es una experiencia única, aunque es importante tener en cuenta que el estacionamiento en la zona alta puede ser limitado debido a la configuración histórica de las calles.
Entre los puntos de interés destacados se encuentran la Plaza Nueva, el corazón vibrante del pueblo, y la majestuosa Iglesia de Santa María. Pero lo que verdaderamente cautiva son los miradores que ofrecen panorámicas incomparables del Mediterráneo, regalando oportunidades fotográficas inolvidables.
Mojácar no solo ofrece una muestra arquitectónica, sino una experiencia auténtica del estilo de vida mediterráneo. Los restaurantes con vistas al mar y las tiendas llenas de artesanías locales invitan a sumergirse en la cultura y la gastronomía del lugar.
Para los aventureros en moto, la ruta hacia Mojácar y sus alrededores presenta oportunidades panorámicas incomparables. Desde la carretera, se vislumbran vistas espectaculares que culminan al llegar a este pintoresco pueblo costero.
Siendo un destino lleno de encanto y carácter, explorar Mojácar en moto es una experiencia que combina la emoción de la carretera con la riqueza cultural de este pueblo mediterráneo.
La Carretera AL3411 a la altura de Gádor se convierte en una ruta mítica para los apasionados de la conducción en moto. Este tramo serpenteante, enclavado en el paisaje de Almería, despliega su magia a través de cada curva. No solo es conocido por sus emocionantes giros, sino por ofrecer algo más que una experiencia de conducción; es un pasaje hacia la aventura.
Las vistas panorámicas que regala esta carretera son simplemente espectaculares. Cada giro inesperado revela paisajes cambiantes, desde valles ondulantes hasta montañas majestuosas, desafiando constantemente la destreza y la concentración de los motociclistas.
El desafío no radica solo en la destreza requerida para manejar estas curvas, sino en la amalgama de sensaciones que despierta. La combinación de emoción y adrenalina se fusiona con la belleza natural del entorno, creando una experiencia casi mágica para quienes se aventuran a recorrer este tramo.
Cada centímetro de la Carretera AL3411 es una invitación a sumergirse en la esencia misma de la conducción en moto: la velocidad se convierte en compañera de las curvas, el viento en el rostro y la libertad de explorar un escenario que parece haber sido diseñado para los amantes de la carretera.
A medida que los motociclistas se sumergen en esta experiencia, el tiempo parece detenerse. Los sentidos se agudizan, capturando los aromas frescos del campo y el sonido embriagador del motor mientras se funden con la carretera y la naturaleza que la rodea.
Así, la Carretera AL3411 a la altura de Gádor no es solo un tramo de asfalto; es un lienzo en movimiento que pinta una historia única para cada viajero. Es un desafío emocionante, un encuentro íntimo con la esencia misma de la conducción y una ventana abierta a la inigualable belleza de Almería.
7º AL3411 y Gador
8º Puerto de Velefique
Embarcarse en la ruta desde Bacares hacia el Puerto de Velefique es adentrarse en un viaje que despierta los sentidos y desafía la destreza de los motociclistas. Iniciar este recorrido desde el encantador pueblo de Bacares es dar el primer paso hacia una experiencia de conducción inolvidable.
El ascenso hacia el Puerto de Velefique es un desafío que recompensa cada curva con vistas panorámicas que quitan el aliento. Al llegar a la cima, detenerse es obligatorio: el panorama desde lo alto es simplemente espectacular. Las montañas se extienden como olas con picos majestuosos, mientras el aire fresco acaricia el rostro y el corazón late al ritmo de la emoción.
Descender por el puerto, con sus curvas cerradas y desafiantes, es como bailar con la carretera. Cada giro exige concentración y habilidad, pero la recompensa es la sensación de haber conquistado un desafío motorizado.
Y aquí está el giro emocionante: volver a recorrer este tramo de ensueño. Bajar solo para subir de nuevo, como si fuera la primera vez. Porque cada ascenso al Puerto de Velefique se siente como un nuevo descubrimiento, y la emoción se renueva en cada curva.
La verdadera magia llega al bajarlo por segunda vez. La adrenalina se mezcla con la sonrisa del que disfruta como un niño, emocionado ante la emoción de las curvas y la velocidad.
Continuar por las asombrosas carreteras que se despliegan desde el puerto hacia Olula de Castro es sumergirse en un paisaje en constante cambio. Las montañas y valles tejen un escenario que parece diseñado para deleitar a los aventureros en moto. Cada curva es una invitación a descubrir más, una historia nueva en cada tramo de asfalto.
El viaje culmina al llegar a Gergar, pero el recuerdo de este viaje perdura en la memoria de cada motociclista. Desde las emociones del Puerto de Velefique hasta las serpenteantes carreteras hacia Gergar, esta ruta no solo es un camino, es una aventura que alimenta la pasión por la conducción y deja una huella imborrable en el alma de quienes se atreven a recorrerla.


9º Observatorio de Calar Alto
Desde el encantador enclave de Bacares hasta el magnífico Observatorio de Calar Alto, la ruta en moto es una aventura que te transporta a alturas inimaginables y te sumerge en un paisaje que cambia a cada kilómetro.
El camino hacia el Observatorio de Calar Alto te lleva a través de serpenteantes carreteras que desafían la gravedad y elevan la emoción de conducir en moto. A medida que asciendes, la temperatura desciende, y la frescura del aire se vuelve más intensa. La sensación de frío se filtra a través de cada capa de ropa, recordándote la altitud a la que te encuentras.
Llegar al Observatorio de Calar Alto es más que una recompensa: es un logro. Estar a más de 2000 metros sobre el nivel del mar ofrece una perspectiva completamente nueva. Las montañas circundantes parecen gigantes dormidos cubiertos de nieve, un espectáculo impresionante que contrasta con el cálido sol que abraza el camino.
La sensación de estar en un lugar donde la nieve decora los alrededores es embriagadora. A pesar del frío, la emoción de explorar este rincón en moto es indescriptible. El rugido del motor se mezcla con el aire gélido, y cada curva se convierte en una historia por contar.
El Observatorio de Calar Alto ofrece una visión alucinante del cielo, pero también una vista majestuosa de la tierra. Las montañas, el horizonte infinito y la sensación de estar en la cima del mundo alimentan el espíritu aventurero de aquellos que han ascendido en moto hasta este punto.
Y aunque el frío pueda ser intenso, la pasión por la conducción en moto se intensifica aún más. La emoción de estar en un lugar remoto, rodeado de un paisaje casi lunar, es una experiencia que deja huella. Es sentir la dicha de desafiar las condiciones climáticas y abrazar la aventura en su estado más puro.
En ese entorno, la moto no es solo un vehículo, es una compañera de viaje que te lleva a lugares que desafían los límites y despiertan el espíritu intrépido que late en cada motociclista.


Al dejar atrás la bulliciosa carretera principal que atraviesa Tíjola, nos adentramos en un mundo donde la serenidad del paisaje comienza a envolver cada curva del camino hacia Bacares. La ruta se convierte en un lienzo donde la naturaleza exhibe su magnificencia y la quietud se vuelve cómplice de cada giro del camino.
El trayecto hacia Bacares desde este punto nos invita a sumergirnos en la esencia misma de la carretera. Las sinuosas carreteras se abren paso entre montañas y valles, regalando vistas que parecen pintadas por la mano de la naturaleza misma. El silencio es interrumpido solo por el sonido reconfortante de nuestros motores y el susurro del viento que acaricia las colinas.
Y justo en el corazón de Bacares, un lugar emerge como un tesoro culinario: el restaurante La Fuente. Este encantador rincón es más que un simple restaurante; es un refugio para los viajeros hambrientos que buscan deleitarse con los sabores auténticos de la región.
Al entrar en La Fuente, nos recibe una atmósfera acogedora impregnada de aromas tentadores que despiertan el apetito. El menú refleja la riqueza culinaria local, ofreciendo platos que fusionan tradición e innovación con ingredientes frescos y cuidadosamente seleccionados.
Cada bocado es una explosión de sabores que nos transporta a la esencia misma de la gastronomía almeriense. Desde los aromáticos guisos hasta las delicias de la cocina regional, cada plato es una oda al paladar y un tributo a la cultura culinaria de la zona.
Y entre charlas y risas, nos sumergimos en la experiencia de compartir una comida memorable. La hospitalidad del personal y el ambiente cálido del restaurante hacen que este momento sea más que una pausa para el almuerzo; se convierte en un recuerdo que se ancla en nuestras memorias como parte integral de esta inolvidable travesía en moto.
Tras esta parada revitalizante en La Fuente, regresamos a la carretera, llenos de energía y satisfechos. Bacares, con su hospitalidad y su rica cocina, se convierte en un hito especial en nuestro viaje, demostrando que la experiencia de recorrer estas carreteras no solo es visual y emocional, sino también gastronómica y sensorial.
10º Bacares


